El 80% de todas nuestras percepciones nos llega a través de
los ojos, por lo que es fundamental que los niños, que se encuentran en la
etapa más importante de sus vidas en lo que se refiere a la adquisición de
conocimientos, vean correctamente.
Al mismo tiempo, es esencial un buen estado de las vías visuales para que los niños puedan desarrollar de forma correcta su aprendizaje.
Los defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo) pueden tratarse mediante gafas, lentes de contacto o cirugía. Pero existen otros problemas que no se pueden solucionar con estos métodos, sino que requieren un entrenamiento de la visión mediante lo que se conoce como terapia visual.
Al mismo tiempo, es esencial un buen estado de las vías visuales para que los niños puedan desarrollar de forma correcta su aprendizaje.
Los defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo) pueden tratarse mediante gafas, lentes de contacto o cirugía. Pero existen otros problemas que no se pueden solucionar con estos métodos, sino que requieren un entrenamiento de la visión mediante lo que se conoce como terapia visual.
Actualmente, leer, escribir, trabajar con el ordenador y
mirar la televisión son actividades que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo
y que tienen como principal requisito una buena capacidad para ver de cerca.
Nuestro sistema visual esta genéticamente
preparado para ver de lejos con un mínimo gasto de energía, pero en la actualidad
les pedimos a nuestros ojos que funcionen en visión de cerca y durante mucho
tiempo. Este cambio, sin que nuestro sistema visual haya tenido tiempo de adaptarse,
ha provocado la aparición de nuevos problemas visuales.
Una de las disfunciones de la visión no relacionada con los
defectos de refracción, es un trastorno en la coordinación entre ambos ojos.
Estas anomalías binoculares pueden ser tanto por exceso como por insuficiencia de convergencia. Una
persona con esta disfunción cuando tiene que leer tendrá
que realizar un
esfuerzo tan grande que le faltara energía para intentar comprender lo que lee.
Otra de las disfunciones que puede sufrir un niño y que puede
afectar a su rendimiento escolar es la deficiencia en la motilidad ocular. Leer
no es más que una sucesión de fijaciones y saltos sobre un determinado grupo de
letras, y eso requiere unas adecuadas habilidades de movimientos precisos y
coordinados de los ojos. Se trata de una habilidad aprendida, no innata, y el
niño la aprende si tiene la experiencia adecuada. Si introducimos a un niño en la lectura sin que
domine todavía la capacidad de mover los ojos de forma precisa puede tener
dificultades para aprender a leer y por consiguiente todo aquello que se le dé
por escrito.
Por último el niño puede sufrir un trastorno importante en su
capacidad de enfoque tanto de lejos como de cerca que puede suponer un problema
a la hora de aprender. Se trata de una disfunción en el sistema acomodativo del
ojo y también, los problemas de enfoque pueden venir provocados tanto por una
insuficiencia como por un exceso de la acomodación. Con un déficit de
acomodación, al paciente le cuesta enfocar el texto en visión de cerca y cuando
está utilizándose en exceso, el niño puede tener una buena visión de cerca,
pero tras un tiempo utilizando la visión de cerca puede quejarse de borrosidad
al ver de lejos.
En muchas revisiones escolares sólo se suele examinar la capacidad de ver de lejos, pero no tienen en cuenta de que los niños pasan muchas horas mirando de cerca. Y lo que puede suceder que lo que no funciona bien es su capacidad de enfocar en condiciones de visión de cerca. Cuando la compensación del error refractivo no basta para cubrir y satisfacer las necesidades visuales del paciente es necesario buscar otros caminos por los que podamos cubrir estas necesidades.
La terapia visual, es otra de las herramientas de las que dispone el óptico optometrista.
La terapia visual consiste en una serie de ejercicios
personalizados enfocados a entrenar las
habilidades oculares y conseguir el rendimiento adecuado que exigen las actuales
demandas visuales. Por ejemplo, actividades que enseñen a los niños a separar y
juntar los ojos en caso de falta de coordinación, ejercicios de seguimiento con
los ojos para mejorar la motilidad ocular o ejercicios de cambio de distancia
de enfoque con el objetivo de entrenar el sistema acomodativo del ojo.
PALOMERA ÓPTICOS
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Centro de especialidades visuales.